Deepfakes en aumento: cómo identificar si un video es falso

Hace unos años, los deepfakes eran una rareza. Videos generados por inteligencia artificial donde un actor decía cosas que nunca dijo, o una celebridad parecía hacer algo que nunca ocurrió. Hoy, en pleno 2025, los deepfakes están por todas partes: redes sociales, campañas políticas, publicidad, pornografía no consensuada y hasta estafas familiares por videollamada.

Con la mejora de los modelos generativos, especialmente aquellos que combinan video, voz y expresión facial, ya no hace falta ser un experto para crear un video convincente. Y eso es un problema.

Entonces, ¿cómo saber si lo que estás viendo es real o fue fabricado por una IA? Aquí te damos algunas señales claras y consejos prácticos para detectar un deepfake antes de compartirlo, creértelo… o caer en una trampa.

¿Qué es un deepfake?

El término deepfake viene de “deep learning” (aprendizaje profundo) y “fake” (falso). Es una técnica que utiliza modelos de inteligencia artificial para generar imágenes, audios o videos falsos que simulan ser reales.

Los deepfakes más comunes suelen imitar rostros, expresiones o voces humanas, y combinarlos en videos donde una persona dice o hace algo que en realidad nunca ocurrió.

Por qué es un problema en 2025

A diferencia de años anteriores, donde se necesitaban conocimientos técnicos y equipos potentes para generar un deepfake convincente, hoy existen apps y plataformas que permiten hacerlo con pocos clics. Incluso redes como TikTok, Reels e Instagram ya tienen filtros basados en IA que, si bien no son deepfakes completos, sí manipulan la imagen de forma muy realista.

Esto ha hecho que los deepfakes se usen para:

  • Estafas: suplantación de identidad en videollamadas o mensajes de voz.
  • Desinformación: videos falsos de políticos, figuras públicas o noticias inventadas.
  • Venganza digital: pornografía sintética con rostros reales.
  • Manipulación emocional: videos falsos enviados a familiares para pedir dinero o generar miedo.

¿Cómo identificar un deepfake?

No siempre es fácil, pero hay señales que pueden ayudarte a dudar

1. La mirada no encaja

Muchas veces los deepfakes fallan en simular correctamente los ojos. Observa si la persona parpadea muy poco, demasiado, o si la dirección de la mirada no corresponde al movimiento del cuerpo.

2. El audio no suena natural

Las voces generadas por IA suelen tener buena dicción, pero carecen de emoción real. A veces tienen un tono demasiado plano, o cambian de forma extraña en medio de una frase.

3. Movimientos rígidos o raros

El rostro puede parecer real, pero el cuello, los hombros o las manos se mueven de forma artificial o descoordinada. Los deepfakes tienden a centrarse en la cara y descuidar el resto.

4. Errores en los detalles

Fíjate en el cabello, los bordes del rostro, los dientes o las sombras. A veces hay “glitches” o fragmentos que se ven fuera de lugar, sobre todo si pausas el video.

5. Fondo borroso o incoherente

Muchos deepfakes usan fondos estáticos o muy difuminados para ahorrar recursos. Si el fondo no se mueve en sincronía con la persona, desconfía.

6. Inconsistencias de contenido

Más allá de lo visual, pregúntate: ¿realmente esta persona diría eso? ¿En ese contexto? ¿Con ese tono? El sentido común sigue siendo el mejor detector.

Qué hacer si sospechas que un video es falso

  • No lo compartas de inmediato, incluso si te impacta.
  • Busca la fuente original o verifica si medios confiables ya lo han desmentido.
  • Consulta herramientas como InVID, que permiten analizar metadatos, hacer búsquedas inversas y fragmentar videos para verificar su autenticidad.
  • Reporta el contenido en redes si crees que puede causar daño.

¿La solución es tecnológica?

Ya existen algoritmos capaces de detectar deepfakes con bastante precisión, y empresas como Meta, Google y Microsoft están trabajando en sistemas de “marcas digitales” que indican si un contenido fue generado por IA.

Sin embargo, la solución también pasa por educar al usuario común: enseñar a desconfiar, verificar, pausar y pensar antes de creer cualquier cosa que circule por internet.

Conclusión

Los deepfakes no van a desaparecer. Al contrario, cada vez serán más realistas y más accesibles. Lo que podemos hacer es estar un paso adelante: no caer en la trampa y ayudar a otros a ver más allá de lo que parece evidente.


Creditos: Imagen de freepik
Copywrite: Natalia Jaimes 

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