¿Qué pasará con Windows 10? Actualizaciones extendidas y el nuevo modelo de soporte de Microsoft

El ciclo de vida de Windows 10 se acerca a su fin. Aunque ha sido uno de los sistemas operativos más utilizados en el mundo, Microsoft ya ha anunciado su plan de retiro progresivo y la transición definitiva hacia Windows 11. Sin embargo, también ha presentado una alternativa para quienes no pueden actualizar de inmediato: las actualizaciones de seguridad extendidas (ESU, por sus siglas en inglés).

Este artículo ofrece una visión completa del nuevo modelo de soporte de Microsoft, quiénes podrán acceder a él, hasta cuándo estará disponible y cómo se compara con Windows 11.

Fin del soporte general: octubre de 2025

Microsoft confirmó que el soporte oficial para Windows 10 finalizará el 14 de octubre de 2025. A partir de esa fecha, los usuarios dejarán de recibir actualizaciones de seguridad gratuitas, correcciones de errores y mejoras de funcionalidad. Esto significa que cualquier vulnerabilidad descubierta después de esa fecha no será corregida, lo cual representa un riesgo importante, especialmente en entornos empresariales.

Qué son las actualizaciones extendidas (ESU)

Para las organizaciones y usuarios que no pueden actualizar de inmediato a Windows 11, Microsoft ofrecerá un programa de actualizaciones extendidas de seguridad. Este programa permite continuar recibiendo parches críticos durante un período adicional de tres años, hasta octubre de 2028.

Las actualizaciones extendidas no incluirán nuevas funciones ni mejoras generales. Solo cubrirán vulnerabilidades importantes que puedan afectar la seguridad del sistema operativo.

Este modelo ya se había utilizado anteriormente con Windows 7 y ahora se replica para Windows 10, con una estructura anual de suscripción.

¿Quién puede acceder a las actualizaciones extendidas?

A diferencia de versiones anteriores del programa ESU, Microsoft confirmó que tanto empresas como usuarios individuales podrán acceder al servicio.

Las empresas, entidades gubernamentales y organizaciones educativas podrán hacerlo a través de contratos por volumen o mediante Microsoft 365. Pero por primera vez, los usuarios individuales también podrán pagar por este soporte adicional, directamente desde sus dispositivos.

Los precios aún no han sido anunciados oficialmente, pero se espera que sigan una lógica progresiva: el primer año será más económico, y el segundo y tercer año aumentarán su costo, como incentivo para migrar cuanto antes a Windows 11.

Diferencias clave entre Windows 10 y Windows 11

Una de las preguntas más frecuentes entre usuarios y equipos técnicos es: ¿vale la pena cambiar a Windows 11? La respuesta depende de varios factores, pero las diferencias más destacadas son las siguientes:

  • Windows 11 introduce una interfaz visual completamente renovada, más centrada, minimalista y moderna.
  • Integra Copilot, un asistente con inteligencia artificial que mejora la productividad desde el sistema operativo y sus aplicaciones nativas.
  • Requiere hardware más moderno. Muchos equipos que hoy usan Windows 10 no cumplen con los requisitos mínimos, como TPM 2.0 o ciertos procesadores.
  • Mejora notablemente el rendimiento en multitarea, con herramientas como Snap Layouts y Focus Sessions.
  • A nivel de seguridad, Windows 11 implementa estándares más avanzados, pensados para entornos Zero Trust.

Windows 10, por otro lado, seguirá siendo funcional durante el período extendido, pero no recibirá mejoras ni soporte gratuito. Su uso en ambientes críticos puede representar un riesgo si no se implementan medidas adicionales de seguridad.

Recomendaciones para usuarios y empresas

Si tienes Windows 10, es importante evaluar desde ya cuál será tu estrategia a futuro. Las opciones son tres:

  1. Actualizar a Windows 11: Ideal si tu equipo cumple con los requisitos de hardware. La migración es gratuita para la mayoría de los usuarios.
  2. Acceder al programa ESU: Si no puedes cambiar de equipo aún, puedes optar por pagar las actualizaciones de seguridad durante tres años más.
  3. Explorar otras alternativas: Algunas organizaciones están migrando a soluciones basadas en la nube, virtualización o incluso Linux para tareas específicas. También es una oportunidad para renovar la infraestructura tecnológica de forma estratégica.

Conclusión

El fin del soporte general de Windows 10 marca una transición importante en el ecosistema Microsoft. La decisión de extender el soporte mediante pago es una solución temporal pensada para facilitar el cambio gradual hacia tecnologías más modernas y seguras.

Tanto usuarios individuales como empresas deben planificar con anticipación, ya que el modelo de actualizaciones extendidas es costoso y limitado. A la larga, la adopción de Windows 11 no solo ofrece mejoras funcionales, sino también ventajas clave en seguridad, rendimiento y productividad.

 

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