5 errores que cometen los clientes al solicitar desarrollo de software (y cómo evitarlos)
Crear un
software a medida puede ser una solución poderosa para tu negocio: automatiza
procesos, mejora la atención al cliente y moderniza tu operación. Pero no todo
depende del equipo técnico. En muchos casos, el mayor riesgo de que un
proyecto fracase está en el propio cliente.
Cambios
constantes, retroalimentación ambigua, demoras en decisiones o expectativas
poco realistas son algunos de los errores más comunes que afectan el resultado
final.
Si estás por
contratar el desarrollo de un sistema, app o plataforma, estas son cinco
cosas que deberías tener claras desde el inicio.
1. Cambiar
de opinión después de aprobar algo
Este es
probablemente el error más común (y costoso).
Cuando se aprueba una pantalla, función o estructura y luego se cambia, se
rompe el flujo de trabajo. Se pierde tiempo, dinero y energía del equipo.
¿Qué hacer?
Antes de aprobar algo, asegúrate de haberlo entendido completamente. Pide una
demo navegable o una explicación clara. No tomes decisiones solo por intuición.
2. Dar
retroalimentación vaga o emocional
Comentarios
como “no me convence”, “le falta algo” o “no se siente moderno” no le dicen
nada al equipo de desarrollo.
El software necesita instrucciones concretas, no interpretaciones.
¿Qué hacer?
Si algo no te gusta, explica qué parte, por qué y cómo te lo
imaginas diferente. Usa ejemplos visuales o graba tu pantalla. Aporta
dirección, no solo opinión.
3. Pedir
nuevas funciones sin priorizar
Durante el
desarrollo es normal que surjan nuevas ideas, pero incluirlas sin un criterio
claro puede generar caos técnico y desviaciones de tiempo.
¿Qué hacer?
Anota esas ideas en una lista para una fase futura. El equipo necesita foco
para entregar lo que ya está en marcha.
4. Demorarse
en responder o tomar decisiones
Una semana sin
respuesta puede frenar por completo el proyecto. Cuando los cuellos de botella
vienen del cliente, el avance técnico se detiene.
¿Qué hacer?
Define un canal de comunicación único y nombra a una persona encargada de dar
feedback con rapidez (idealmente en máximo 48 horas).
5. Pensar
que compras un producto terminado, no un proceso colaborativo
Desarrollar
software no es como comprar una app en una tienda. Es un proceso de creación
conjunta. Requiere decisiones continuas, validaciones y una visión
compartida.
¿Qué hacer?
Asume un rol activo. Participa, haz preguntas, entiende el impacto de tus
decisiones. Tu visión es clave para que el software realmente funcione.
Conclusión
Contratar a un
equipo para crear software no significa olvidarte del proceso.
Como cliente, tienes un rol fundamental: tomar decisiones claras, respetar
los acuerdos y acompañar el desarrollo con foco y compromiso.
Creditos: Imagen de freepik
Copywrite: Natalia Jaimes
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